La prisión
es una estructura de violencia y un mecanismo de castigo y, aunque este
pintada de colores y tenga música ambiental, sigue siendo una
estructura punitiva y violenta con la que el estado legitima su terrorismo.
Respecto al origen de la cárcel el primer tópico que hay
que desenmascarar seria que es un sistema de castigo que ha existido
en todo momento histórico y en toda sociedad.
La cárcel se configura como el sistema punitivo correspondiente
a la modernidad que no es otra cosa que la consolidación de una
clase social en Europa a partir del siglo XVII: la burguesía.
Se desarrolla un modelo de sociedad mercantilista, donde todo tipo de
intercambio social, de intercambio comunicativo se hace en términos
de mercancía. Esto es lo que sustenta desde el punto de vista
penal la “teoría retributiva de la pena”. Es decir,
el concepto mercantilista de la pena consiste en pagar un tiempo de
condena en relación con el delito cometido o con el daño
causado a la sociedad.
Antes de la emergencia y consolidación del estado moderno existían
otros sistemas punitivos que no tenían como centro a la cárcel.
La cárcel era una pena más junto con otro tipo de penas.
El segundo tópico es que la cárcel ha existido en todas
las sociedades, cuando han existido y existen sociedades en las que
se rigen por una justicia alternativa, es decir, modos diferentes de
entender la organización social y en consecuencia las formas
de respuesta y prevención ante los delitos que se cometen en
la sociedad.
Incluso la reivindicación de la justicia alternativa pasa por
el cuestionamiento de la cárcel que corresponde a un sistema
mercantilista y de corte capitalista.
Cuando se promulgo la Ley General Penitenciaria 1978 y el Reglamento
Penitenciario 1980, su efectivo cumplimiento suponia la abolición
del sistema carcelario, porque la estructura material no se correspondia
en nada con lo que establecia la legalidad. Los 15 años de la
mal llamada reforma Penitenciaria no han contribuido lo más minimo
al establecimiento de un estado de derecho: si hay una legislación
y la realidad no coincide con ella la logica del sistema deberia ser
la de conseguir que cada vez más la realidad este de acuerdo
con la legalidad establecida. Sin embargo se hace patente que la distacia
entre legislación y realidad es cada vez mayor. Solo hay que
ver los indices de reincidencia. Se supone que si la carcel esta hecha
para rehabilitar ahora tendria que haber menores indices de reincidencia
y la realidad es que esos indices de multireincidencia llegan hasta
un 62% de los casos. Esto demuestra que la cárcel no cumple ninguno
de los principios legislativos básicos que la sustentan, como
por ejemplo que las personas presas cumplan sus condenas en los lugares
de origen como elemento fundamental para su reinsercción; o que
tengan el derecho a disponer de celdas individuales y que no existan
masificación o hacinamiento. Se han generado ademas mecanismos
para que la carcel desarrolle su actividad tanto al margen de la realidad
como de las propias leyes. Es más sencillo que la carcel funcione
en un sistema de impunidad. Ante las violaciones de derechos no se produce
una respuesta de la institución y tampoco hay posiblidad juridica
de hacer efctivas las denuncias.
La ideologia resocializadora de la carcel tiene este discurso:
“La carcel ha fracasado porque no cumple las funciones legislativas,
no resocializa, no rehabilita, no reinserta,....” pero la carcel
no es un fracaso, historicamente ha resultado exitosa y ademas lo va
a seguir siendo.
Sus objetivos son muy concretos, en primer lugar definir quien es el
delincuente y que es delito en la sociedad.
Tomando como ejemplo los delitos contra la propiedad, se aprecia que
el 80% de las personas que estan en prisión han cometido delitos
menores (robos y hurtos con o sin intimidación o con violencia
de las cosas), y son penas cortas las que están cumpliendo. Esta
es la clientela fundamental del sistema carcelario.
Pero la mayoria de los delitos que se cometen contra la propiedad no
tienen nada que ver con estos, el 98% de los delitos contra la propiedad
consiste en fraudes fiscales, malversación de fondos públicos...los
que están en la carcel suelen decir que para robar y que no te
pillen, hay que robar o tener más de 1000 millones.
Es el ilegalismo economico, la violación de las leyes penales,
lo que da pie al propio desarrollo del capitalismo. Son estrategias
que tienen que ver con la capacidad economica de estos sujetos de imponer
m,ecanicas en procesos de desarrollo social que luego inciden en los
cambios legales, y que pueden funcionar al margén o trasngrediendo
las leyes penales. Esto es lo que Foucault llamaba “la distribución
desigual del ilegalismo economico”,que es la función central
del sistema penal. Los sistemas carcelario, penal, policial y militar,
serían las 4 instancias de control formal con la logica de defender
los intereses del estado que no tienen por que coincidir con los de
la ciudadania.
El actual proceso de homologación de las legislaciones penales
y policiales conlleva el desarrollo de formas y estrategias de control
tendentes a definir los nuevos sujetos de criminalización. Los
acuerdos de Schengen y El grupo de Trevi asi lo han ha hecho, señalando
basicamente tres sujetos hacia los que van dirigidas estas politicas
de seguridad: los narcotraficantes, operarios de las redes de distribución
de drogas; los extranjeros, entendidos como ciudadanos no pertenecientes
a la unión europea, es decir, inmigrantes ilegales; y los terroristas
y su concepto complementario ( dentro del modelo de integración
europea, que es dependiente de las politicas de ley y orden de los EE.UU.),
que es la juventud inadaptada y rebelde, que en nuestro contexto tiene
la tradución simultanea en lo que se conoce como microterrorismo.
¿ Quienes están en la cárcel?, el 70 u 80% son
gente joven que está acusada por delitos menores contra la propiedad
y también por el trafico de drogas, cuyo perfil sociológico
es absolutamente claro: son personas que tienen dependencia de drogas
ilegalizadas, reclutadas de familias socioeconomicamente marginadas
por debajo del umbral de la pobreza.
No están grandes narcotraficantes (el narcotrafico mueve el segundo
mercado en volumen de inversión y capital del mundo, despues
del mercado de armas), aunque es mejor hablar de empresarios.
Los que están en la carcel son los pequeños distribuidores
de droga, de ahí no pasa , porque todas las estructuras del estado
están implicadas en el blanqueo de dinero.
La cárcel es un elemento más dentro de la cadena de la
lucha antiterrorista para tener un espacio de secuestro constitucional
a una serie de gente y “luchar” contra este fenomeno ( “luchar”
entre comillas, porque al estado le interesa que exista el terrorismo
En la medida en que logicamente no le suponga muchos costes al sistema
mercantil, para generar politicas de control y seguridad extensibles
a toda la sociedad). La cuestión de los inmigrantes también
es importante , con una doble cara. Mientras se anuncian reglamentos
de extranjeria y cauces para la legalización para una parte pequeña
del colectivo, se oculta que esta regulación tiene una función
latente- que es la más importante- de controlar al resto y facilitar
su expulsión dada su condición de ilegalidad.
La cárcel no tiene nada que ver con la prevención y lucha
contra el delito. Los ciudadanos “normalizados” creemos
que estamos siendo protegidos frente al delito y al delincuente porque
existe la cárcel . Este es el gran error porque, la cárcel
es la respuesta más inadecuada para prevenir y luchar contra
el delito. Si alguna función tiene es la de reproducir los mismos
delitos y las mismas actividades delictivas.
La legitimación del estado se realiza fabricando las imágenes
que también los llamados “medios de comunicación
se encargan de generar. Esos totems, la imagen del asesino de masas
u otro tipo de atrocidades son utilizadas muy bien para decir: “como
se dan estos hechos, independientemente de las ideologias, nossotros
tenemos que intervenir para proteger a la sociedad. Al estado no le
preocupan otros hechos, construye su realidad y da sus respuestas. Logra
asi convencer a los ciudadanos “normales”, domesticados
los que nunca van a tener contacto con la policia, ni van a tener capacidad
de transgredir la ley, de esa maravillosa sensación que les va
a evitar darse cuenta de la perversidad de la lógica dominante.
Extraido de un texto de Cesar Manzanos.